Historia de Acámbaro
Acámbaro fue tomado en la expansión Tarasca en 1450 a.C. posteriormente los otomíes migraron de Jilotepec, en un tiempo donde las políticas empezaban a establecer control sobre esta región. Se establecieron junto con los tarascó en Acámbaro donde ya existía una población Chichimeca y donde también ya existía un sistema político altamente centralizado.
La arqueología demuestra cambios artísticos en la cerámica de Acámbaro; también demuestra un cambio en el desarrollo de recursos agrícolas hacia la subsistencia de ocupaciones no productivas de alimentos.
Existían dos tipos de administradores, el "Carachacapacha" y el "Ocanbecha", el primero tenia la responsabilidad política de reportarse al gobierno central, y la segunda está encargada de colectar el tributo y manejar obras públicas.
Esta localidad cuyo nombre origen de Purembe, significa "lugar de magueyes" o "Maguadam" que es el mismo significado, forma parte de una de las culturas prehispánicas más antiguas de mesoamerica, la cultura llamada Chupícuaro, que pertenece al horizonte pre-clásico superior con una antigüedad de mas de 1200 a.C. también formo parte del horizonte clásico con una cultura Teotihuacana a partir del año 200 de nuestra era después forma parte el imperio Tolteca y finalmente del Imperio Purepecha (Tarascó) que es una de las culturas que encontraron los españoles a su llegada a México.
Merecedor de la confianza de Cortes aparece en la historia el cacique don Nicolás de San Luís Montañés, natural de Jilotepec y deudo de la casa imperial de Moctezuma, que al frente de un ejercito de indios y españoles, llega al amplio valle con caudaloso río y enorme cerro y funda el 19 de septiembre de 1526, el pueblo de San Francisco de Acámbaro; siendo después la llegada de los españoles, la primera población legal fundada en tierra guanajuatense.